Con Ricardo Avilés Espejel
Inmolar los aires de profanación
romper los márgenes del desconsuelo de Dios
y en las frías cuencas en donde también habita
o hirvientes llamas de la nostalgia
en ese lugar secreto en donde nadie le busca
colocar una piedra encendida
Dios sale todas las mañanas (sale o entra es igual)
se despabila sus ojos evita los espejos y las almas simples
camina por bosques que se construyó cuando pequeño
camina desolado por ríos de agua triste
sobre el aire por debajo de la tierra
camina encima de la piel
y dentro de la mirada por los ruidos de la sombra y de la lluvia
también camina por tus manos y en medio de nuestra lejanía
Dios camina sobre sí mismo
es lluvia que persiste al abandono y a la esperanza