I
Me niego al tálamo ardiente de la soledad,
no me gusta estar solo, no lo prefiero.
Porque la pesadilla nos cae encima
como el muerto más querido cuando se está solo,
no lo prefiero, no me gusta.
II
Desperté muchas veces
con el temor de que ya no estuviera a mi lado,
poco a poco perdí el miedo, agarré confianza,
mi sueño se volvió tranquilo conforme pasó el tiempo.
Ya no despertaba a media noche
sobresaltado,
echando el brazo para tantear su espalda,
temblorosamente dormido y ciego,
sin comprometer una partícula del alma en el gesto,
mi brazo sin mí y ausente, mi brazo nervioso
se extendía hasta el borde suyo de la cama
para descubrir que aún estaba.
Mi sueño era tranquilo entonces,
pero nada es eterno.
III
Siempre durmió del lado derecho,
defendía ese pequeño territorio de sábanas con tanta ferocidad,
que jamás pude quitárselo.
Sólo cuando hacíamos el amor
y toda la cama era tierra de nadie,
yo la despojaba.
Al final, cuando el cansancio nos empujaba al sueño,
ella recuperaba con un sólo movimiento,
tibia estrategia, aquel Reino.
IV
Amanece, la cama vacía.
Prefiero la polvosa alfombra
o dormir en otra parte,
pero se ha hecho tarde
y la ciudad es peligrosa.
Adentro la luz, el aire afuera, siempre afuera.
Pero aquí la frialdad del invierno,
a veces entra tu nombre cuando alguien
te llama desde el edificio de enfrente,
y dan ganas de asomarse, decirle que ya no estás,
que otro es el lugar donde debería buscarte.
No en esta casa, ni en estos brazos,
no en esta cama sola de oxidados microporos,
que han olvidado el peso de nuestros cuerpos,
el aroma, el dulce sudor que sale desde adentro.
Atrás tu nombre dentro de mi boca,
oculto a los curiosos,
porque nunca me estuvo permitido nombrarte.
Solo, tan solo como para morirme.
6 comentarios:
No me gusta el titulo, sin embargo, el contenido es sencillo, calido y lleno de imágenes faciles de imaginar, yo no sé de poesía, sólo sé que si las freses no las veo en mi mente no la siento, y tu poesía me hizo sentir... Felicidades me gustó mucho
PD creo que la poesía debe ser sencilla y sugestiva porque lo complicado es solo faramalla y la verdad uno que es gente normal no lee ese tipo de pretensiones, lo tuyo es sublime y sencillo
El título me ha recordado una frase, pronunciada por un conocido en medio de una vorágine psicotrópica: El reino fungi --dijo, sonriendo-- es otro reino.
Pero aquél fue un viaje mucho más amable que este, que tú escribes, de sábanas frías y de fantasmas.
Saludos, paisano.
Este es un post un tanto olvidado, como olvidado debe ser ese otro reino (y demás cosas lúgubres y enfriadas por el tiempo y la no cernanía)
Pero yo vine acá para decir algo de otro lado. Y es que no es fácil ni está tan padre lo de elegir el camino de los tristes.
"Decidí seguir el camino de los tristes,
su desierto andar por el mundo de las cosas"
Áu. Hurts. Es algo completamente contrario a lo ligero y bastante no parecido a la felicidad.
28 de diciembre de 2009 16:02
Bello poema, dibuja con claridad ,eso que un hombre construye al compartir con una mujer...felicidades
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y busco tu piel
el perfume de tu cuerpo
tu cálido vientre
Suave como la garra
de un ave en su vuelo
Rambal
http://rambal1.blogspot.com/
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