viernes, 9 de mayo de 2008

YO SOY AQUEL QUE MIRÓ LAS GOTAS DEL MAR DILUYÉNDOSE EN TU CUERPO

He pensado en las palabras que cabrían a lo largo de tus hombros,
en silencio es dulce el sabor de tu piel cuando sueñas.

Eres más dulce cuando te quedas dormida, tu piel es más dulce,
más dulces tus manos que la azúcar morena,
más dulce el sabor de tu vientre
cuando por cansancio o por fastidio no me miras,
más dulce tu espalda alegremente dormida cuando el mar te ha tocado,
cuando sabes a mar y a ola furibunda.

He pensado en las palabras que cabrían a lo largo de tus piernas,
en las repeticiones posibles,
en los artificios que articulen con precisión
lo que quieres decir cuando caminas hacia mí, para abrazarme.

He pensado en las palabras que cabrían en lo dulce, en la piel dulce de tu cuello,
en las palabras dulcísimas, en la deliciosa miel de lo que dices cuando miras hacia atrás
y queda tu cuello descubierto a la mirada furtiva de mis labios

Qué palabras, ay qué palabras se podrían escribir
sobre tu cuerpo desnudo reflejando las ondulaciones de la luz sobre las olas.

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